La génesis de los humedales patagónicos actúa como un fuerte predictor de las comunidades de invertebrados.

Los humedales patagónicos, reservorios de biodiversidad.


Por Lic. Manzo, Luz María (Becaria interna doctoral CONICET-CIEMEP-UNPSJB)

¿Qué son los humedales?

Según la Convención sobre los humedales (Ramsar, 1971), un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan.

¿Por qué estudiar los humedales?

Los humedales están entre los ecosistemas más productivos del mundo, ya que albergan un amplio número de especies incluyendo plantas, invertebrados, peces, anfibios y aves, muchas de las cuales son raras o se encuentran bajo amenaza. Además, proporcionan múltiples servicios ecosistémicos como el mantenimiento de la biodiversidad, la regulación de las inundaciones, la recarga de los acuíferos, el control de la erosión, la purificación del agua y la retención de los nutrientes. Sin embargo, están sometidos a numerosos impactos derivados de la actividad humana (ganadería extensiva/intensiva, agricultura, expansión urbana/industrial), los cuales pueden reducir la calidad y cantidad de servicios que nos ofrecen. Como consecuencia, resulta crítico desarrollar estudios que den cuentan del estado ecológico de los humedales y que brinden herramientas para garantizar su conservación y sustentabilidad.

Un estudio a múltiples escalas espaciales.

En un reciente trabajo nos propusimos evaluar la existencia o no de correspondencia entre los ensambles de organismos de invertebrados y las características ambientales a diferentes escalas de clasificación local (génesis e hidrogeomorfología) y regional o de paisaje (fitogeografía y biozona), para desarrollar herramientas de manejo para la conservación de los humedales desde una perspectiva integral. Esto cobra mayor relevancia en áreas poco estudiadas como ocurre con la región Patagónica, donde además los humedales se encuentran sometidos a altas presiones producto de la actividad ganadera extensiva/intensiva, que históricamente se ha asociado a los humedales de dicha región.

¿Qué resultados encontramos?

Los humedales patagónicos pueden visualizarse como cruciales reservorios de la biodiversidad. Hallamos 80 especies de invertebrados acuáticos, donde el grupo de los insectos fue el mejor representado. Asimismo, varios de los organismos eran endémicos (que sólo existen en la Patagonia y no en otra región del planeta), o de importancia sanitaria como vectores de enfermedades.

De acuerdo a la clasificación de los humedales, encontramos una correspondencia entre la estructura y función de los ensambles de organismos y las diferentes escalas de análisis estudiadas, donde las aproximaciones locales (hidrogeomorfología y génesis) fueron más consistentes que los esquemas de regionalización (fitogeografía y biozona) en determinar los patrones de las asociaciones de invertebrados. En términos de composición, funcionamiento y estructura, las comunidades de invertebrados fueron mayormente influenciadas por la génesis u origen de los humedales, resultando el criterio más útil para predecir los ensambles de especies.

En términos generales los humedales de origen fluvial (fondo del valle aluvial) se caracterizaron por alta concentración de nutrientes (principalmente fósforo total) y diversidad de organismos; los de origen glacigénico (ambiente glacigénico, relieve con morenas, planicie glacifluvial) también se caracterizaron por alta concentración de nutrientes pero por baja diversidad de invertebrados; los de origen antropogénico (depresiones llevadas a cabo por la actividad humana) presentaron alta cobertura de plantas y densidad de microcrustáceos; y los de origen de remoción en masa (complejo de pendientes con desprendimiento de basaltos) presentaron alta cobertura de plantas y diversidad de organismos.

Consideramos que los programas de conservación deberían anticipar que mucha de la complejidad ambiental de las charcas está dada por su origen. Esta información resulta muy significativa, ya que permite direccionar los esfuerzos en conservación, lo que cobra una mayor relevancia en países en desarrollo, donde los recursos monetarios destinados a la creación de reservas naturales o áreas protegidas son escasos.

¿Quiénes trabajamos en el proyecto?

La autora realizó este estudio en el marco de una beca doctoral del CONICET (Dir: Dra. Laura Miserendino1 y Codir: Dra. Patricia Kandus2) y estuvo financiado por un proyecto de investigación PI 108 SeCyT-UNPSJB (Secretaría de Ciencia y Técnica-Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”), dirigido por Dra. Marta G. Grech1, y el Dr. Epele, Luis B1. También participaron del mismo la Dra. Kutschker, Adriana M1 y el Lic. Claverie, Alfredo Ñ3. Instituciones: 1CIEMEP-CONICET-UNPSJB, 2Instituto de Investigación y Ecología Integral (3iA)-UNSAM (Universidad Nacional de San Martin), 3CADIC-CONICET (Centro Austral de Investigaciones Científicas).